Visión nacional: Calidad del Aire / Visión estatal
El cambio climático y el deterioro de la calidad del aire son el resultado del actual modelo energético. Un modelo basado en la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), que emite CO2 y provoca el cambio climático, y genera otros contaminantes como NOx (óxidos de nitrógeno), SOx (óxidos de azufre) y partículas finas que provocan la contaminación del aire que respiramos.
El volumen y características de los contaminantes emitidos, tanto local como regionalmente a la atmósfera, determinan en buena medida la calidad del aire en una zona particular. No obstante, las características climáticas y geográficas también influyen en las condiciones del aire a las que están expuestas las poblaciones. La mala calidad del aire tiene implicaciones sociales y económicas importantes, siendo quizá una de las más relevantes el de poder convertirse en la principal causa ambiental de muertes prematuras a nivel mundial.
Fuente: Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (2019). Factores que influyen en una mala calidad del aire.
La contaminación del aire es uno de los principales problemas ambientales y de salud pública de México y del mundo. Es un fenómeno inherente al estado económico, poblacional y tecnológico de toda sociedad. A su vez, es uno de los problemas más difíciles de comprender, evaluar, normar y controlar, entre otras causas, por la gran cantidad y variedad de las fuentes emisoras, la dilución y/o transformación de los contaminantes en la atmósfera y los efectos que tienen los contaminantes sobre la salud humana y los ecosistemas. Para medir y evaluar el impacto de la contaminación del aire en la población y los recursos naturales, es indispensable contar con sistemas, redes y programas adecuados de medición de la calidad del aire. El establecimiento de Sistemas de Monitoreo de la Calidad del Aire, SMCA, ha permitido que las autoridades ambientales de la mayoría de las grandes ciudades en el mundo enfrenten la problemática urbana de la contaminación atmosférica. Los SMCA se han convertido en una herramienta que permite conocer, con niveles aceptables de confiabilidad, la calidad del aire con respecto a contaminantes específicos y formular, con base en los datos obtenidos, las estrategias de control y las medidas oportunas y adecuadas para una efectiva gestión ambiental.
Actualmente en México existen 34 SMCA, distribuidos en 30 entidades federativas. Quintana Roo y Baja California Sur son las únicas entidades que no poseen un SMCA en su territorio. En su conjunto, estos SMCA agrupan un total de 249 estaciones de monitoreo/muestreo repartidas en un total de 103 ciudades y zonas metropolitanas. El monitoreo de la calidad del aire es una actividad fundamental para los gobiernos de los estados. Los Sistemas de Monitoreo de Calidad del Aire (SMCA) se han convertido en una herramienta que permite conocer, con niveles aceptables de confiabilidad, la calidad del aire con respecto a contaminantes específicos y formular, con base en los datos obtenidos, las estrategias de control y las medidas oportunas y adecuadas para una efectiva gestión ambiental. En general, el monitoreo de la calidad del aire es útil para:
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• | Informar y prevenir a la población sobre los niveles de contaminación y sus posibles riesgos. |
• | Proporcionar información inmediata para la activación o desactivación de alertas o procedimientos de emergencia. |
• | Evaluar el cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) de salud ambiental. |
• | Cuantificar los niveles de exposición de la población a la contaminación del aire ambiente. |
• | Evaluar y dar seguimiento a las estrategias de gestión de la calidad del aire. |
Fuente: Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (2019). Sistemas de Monitoreo de la Calidad del Aire (SMCA).
Fuente: Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, (2019). Sistema de Monitoreo de la Calidad del Aire (SMCA).
Partículas suspendidas
Muerte prematura en personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, infartos de miocardio no mortales, latidos irregulares, asma agravada, función pulmonar reducida, síntomas respiratorios aumentados, como irritación en las vías respiratorias, tos o dificultad para respirar.
Dióxido de azufre
Dificultad para respirar. Inflamación de las vías respiratorias, irritación ocular por formación de ácido sulfuroso sobre las mucosas húmedas, alteraciones psíquicas, edema pulmonar, paro cardíaco, colapso circulatorio, queratitis.
Ozono
Envejecimiento prematuro de los pulmones, deterioro de la función pulmonar, irritación de los ojos, la nariz y la garganta, tos, ataques de asma, dolores de cabeza, alteración del sistema inmunológico.
Dióxido de Nitrógeno
Enfermedades de las vías respiratorias como disminución de la capacidad pulmonar, bronquitis agudas, asma y se considera el culpable de los procesos alérgicos, sobre todo en niños.
Monóxido de carbono
Envejecimiento prematuro de los pulmones, deterioro de la función pulmonar, irritación de los ojos, la nariz y la garganta, tos, ataques de asma, dolores de cabeza, alteración del sistema inmunológico.
La siguiente gráfica muestra el porcentaje de días del año 2017, en que se rebasa el límite normado para protección de la salud, con respecto a partículas suspendidas PM10, partículas suspendidas PM2.5 o cualquier contaminante (O3, SO2, NO, PM10, PM2.5).
No cumplen PM10
No cumplen PM2.5
No cumplen (O3, SO2, NO, PM10, PM2.5)
Cumplen con la NOM