Fuente: IPCC
Fecha de publicación: 04 de abril de 2022
GINEBRA, 4 de abril – En el período 2010-2019, las emisiones de gases de efecto invernadero medias anuales a escala global se situaron en los niveles más altos de la historia de la humanidad, pero el ritmo de aumento ha disminuido. Si no logramos fuertes reducciones de las emisiones de forma inmediata en todos los sectores, limitar el calentamiento global a 1,5 °C (2,7 °F) estará fuera de nuestro alcance.
Sin embargo, hay cada vez más evidencias de la acción por el clima, según se desprende del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado hoy. Desde 2010, se han observado disminuciones sostenidas de hasta el 85 % en los costos de la energía solar y eólica y de las baterías. A través de un conjunto de políticas y leyes cada vez más amplio, se ha mejorado la eficiencia energética, se han reducido las tasas de deforestación y se ha acelerado la utilización de las energías renovables. “Estamos en una encrucijada. Las decisiones que adoptemos ahora pueden asegurar un futuro digno.
Contamos con las herramientas y los conocimientos especializados necesarios para limitar el calentamiento”, sostuvo Hoesung Lee, Presidente del IPCC. “Me alientan las acciones climáticas adoptadas en muchos países. Hay políticas, reglamentaciones e instrumentos de mercado que están resultando eficaces y que, si se amplían y se aplican de una manera más generalizada y equitativa, pueden respaldar una fuerte reducción de las emisiones y fomentar la innovación”.
El Resumen para responsables de políticas del Grupo de Trabajo III del IPCC, Cambio climático 2022: mitigación del cambio climático, fue aprobado el 4 de abril de 2022, por los 195 Estados Miembros del IPCC, en una reunión de aprobación celebrada en formato virtual a partir del 21 de marzo. El informe constituye la tercera entrega del Sexto Informe de Evaluación (IE6) del IPCC, que se completará este año. Contamos con opciones en todos los sectores para reducir, al menos, a la mitad las emisiones de aquí a 2030 Para limitar el calentamiento global, se necesitarán transiciones importantes en el sector energético.
Esto implicará reducir de forma contundente el uso de los combustibles fósiles, extender la electrificación, mejorar la eficiencia energética y utilizar combustibles alternativos (como el hidrógeno). – 2 – “Si disponemos de las políticas, la infraestructura y las tecnologías adecuadas para realizar cambios en nuestros estilos de vida y comportamientos, de aquí a 2050, podremos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 40 % y el 70 %. Esto ofrece importantes posibilidades que aún no hemos aprovechado”, sostuvo Priyadarshi Shukla, Copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC. “La evidencia indica que estos cambios en el estilo de vida pueden mejorar nuestra salud y bienestar”. Las ciudades y otras zonas urbanas también ofrecen importantes oportunidades para reducir las emisiones.
Esta reducción puede lograrse mediante un menor consumo de energía (por ejemplo, creando ciudades compactas y caminables), la electrificación del transporte en combinación con fuentes de energía de baja emisión, y una mayor absorción y almacenamiento de carbono a través de la naturaleza. Hay opciones para las ciudades nuevas, consolidadas y en rápido crecimiento. “Vemos ejemplos de edificios de energía cero o sin emisiones de carbono en casi todos los climas”, señaló Jim Skea, Copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC. “La adopción de medidas en esta década es fundamental para aprovechar el potencial de mitigación de los edificios”. La reducción de las emisiones en la industria implicará el uso de los materiales de manera más eficiente, la reutilización y el reciclaje de productos, y la reducción al mínimo de los residuos. En el caso de los materiales básicos, incluidos el acero, los materiales de construcción y los productos químicos, los procesos de producción de bajas emisiones o de emisión cero de gases de efecto invernadero se encuentran en las etapas de pruebas o cercanas a la comercialización. Este sector representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones globales. Será difícil alcanzar las emisiones netas iguales a cero y, para ello, será necesario crear nuevos procesos de producción, emplear hidrógeno y electricidad de bajas o cero emisiones y, cuando sea necesario, aplicar técnicas de captura y almacenamiento de carbono.
La agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra pueden reducir las emisiones a gran escala, así como eliminar y almacenar dióxido de carbono a gran escala. No obstante, la tierra no puede compensar la demora de las reducciones de las emisiones en otros sectores. Las opciones de respuesta pueden beneficiar a la biodiversidad, ayudarnos a adaptarnos al cambio climático y garantizar los medios de subsistencia y los suministros de alimento, agua y madera. Los próximos años son críticos En los escenarios que evaluamos, para limitar el calentamiento a aproximadamente 1,5 °C (2,7 °F), es necesario que las emisiones de gases de efecto invernadero a escala global alcancen su punto máximo antes de 2025, a más tardar, y se reduzcan en un 43 %, a más tardar, en 2030; por otra parte, también habría que reducir el metano en alrededor de un tercio. Aunque esto suceda, es casi inevitable que superemos temporalmente este umbral de temperatura, pero podríamos volver a situarnos por debajo de él a finales de siglo. “Si queremos limitar el calentamiento global a 1,5 °C (2,7 °F), este es el momento, es ahora o nunca”, sentenció Skea. “Sin una reducción inmediata y profunda de las emisiones en todos los sectores, será imposible”.
La temperatura global se estabilizará cuando las emisiones de dióxido de carbono alcancen el nivel cero neto. Para llegar a 1,5 °C (2,7 °F), debemos alcanzar las emisiones netas de dióxido de carbono iguales a cero a nivel mundial a principios de la década de 2050; para 2 °C (3,6 °F), a principios de la década de 2070. En este informe de evaluación se señala que, para limitar el calentamiento a 2 °C (3,6 °F), será necesario que las emisiones de gases de efecto invernadero a escala global alcancen su nivel máximo en 2025, a más tardar, y que se reduzcan en un cuarto antes de 2030. – 3 – La reducción del déficit de inversión.
El informe va más allá de las tecnologías y demuestra que, si bien los flujos financieros son entre tres y seis veces inferiores a los niveles necesarios en 2030 para limitar el calentamiento a menos de 2 °C (3,6 °F), hay suficiente capital y liquidez a nivel global para subsanar el déficit de inversión. No obstante, esto depende de una clara señal de los gobiernos y la comunidad internacional que incluya una mayor armonización de las políticas y las finanzas del sector público.
“Sin tener en cuenta los beneficios económicos derivados de una reducción de los costos de adaptación o de los impactos climáticos que se evitan, el producto interno bruto mundial sería solo unos pocos puntos porcentuales inferior en 2050 si adoptamos las medidas necesarias para limitar el calentamiento a 2 °C (3,6 °F) o menos, en comparación con el mantenimiento de las políticas actuales”, sostuvo Shukla. La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible La aceleración de las acciones climáticas equitativas en materia de mitigación y adaptación a los impactos del cambio climático reviste suma importancia para el desarrollo sostenible. Algunas opciones de respuesta pueden contribuir a la absorción y el almacenamiento del carbono y, al mismo tiempo, pueden ayudar a las comunidades a limitar los impactos asociados al cambio climático. Por ejemplo, en las ciudades, las redes de parques y espacios abiertos, los humedales y la agricultura urbana pueden reducir el riesgo de inundaciones y los efectos de isla de calor.
Las medidas de mitigación en la industria pueden reducir los impactos ambientales e incrementar las oportunidades de empleo y de negocios. La electrificación con energías renovables y los cambios en el transporte público pueden mejorar la salud, el empleo y la equidad. “El cambio climático es el resultado de más de un siglo de uso de la tierra y de la energía, de estilos de vida y de modalidades de consumo y producción no sostenibles”, sostuvo el señor Skea. “Este informe demuestra que, si adoptamos medidas ahora, podremos avanzar hacia un mundo más justo y más sostenible”.